martes, 4 de febrero de 2014

ROSAS

LA ROSA

La rosa que sembramos
en el huerto de los sueños
hoy no es más
que rama seca que olvidó como vivir

la rosa que fue tuya
y que fue mía
y que pensamos sería eterna
ahora sólo es dulce recuerdo
de nuestro amor de ayer

Olvidamos en qué tierra
la sembramos y nos fuimos alejando
por caminos
diferentes y distantes entre sí.

La rosa que sembramos
dejamos de regarla
un día cualquiera en el que
sin darnos cuenta
nos olvidamos de amar.

(Rubén Darío)




Mía: así te llamas
¿Qué más Harmonía?
Mía: luz del día;
mía: rosas, llamas.
¡Qué aroma derramas
en el alma mía
si sé que me amas!



¡Oh Mía! ¡Oh Mía!
Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.
Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?

 

(Rubén Darío)
 

Rosa roja

Rosa roja,
Cae el roció sobre ti y no te inmutas
como cae el espíritu de mi amor sobre tu alma.
Sin embargo te espero, sigo esperando,
trato de verte a través de la niebla, como se ven otras flores.
Pero tú…
Tú eres única, rosa roja, sola, quieta, entre todas las otras.
Mientras el rocío te moja,
permaneces fiel a ti misma, a tu color, a tu forma.
Todavía no te has abierto.
Yo te miro y  espero, sigo esperando.
Cuando te abras a mí y al cielo,
me acercaré y trataré por todos los medios
de llevarme para siempre tu perfume
para entender tu silencio y tu manera de estar ante el rocío.
Me acercaré, tomaré tu perfume y me iré despacio, para siempre…
 y seré el primero y el único.

(Pablo Neruda)


 
 
A la luz de una vela escribiré mis sueños. Besos para todos. Os quiero... Volveré. (Coral)

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