Para describir un encuentro tan especial con los amigos, transcribo parte de un capítulo del libro, que versa sobre la amistad:
... Amistad con personas diferentes
en su estilo y forma, hace que me
sienta bien. Los amigos te
aceptan como eres, sacan de tu interior dormido,
valores que desconocías o que
permanecían en un compartimento estanco
esperando la llave que abriera la
puerta del olvido. Te hacen sentirte una
persona valorada y querida. A
veces trastocan tu balanza interior e inclinan
sus platillos a una inestabilidad
pasajera, que retoma el equilibrio en cuanto
los valores toman parte en la
lucha. A los amigos se les quiere y se les
respeta, son hermanos a los que
eliges, no te vienen dados.
La amistad conlleva un punto de
locura que convierten en mágicos
los momentos compartidos con
amigos. Su esencia está tan inscrita en las
personas que produce un efecto
siamés en quien la práctica, movimientos
sincronizados: cabeza, cerebro,
ideas...
Con los amigos puedes contar
siempre, aunque en un momento de tu
vida estén ausentes y su rueda
vital siga girando en otra dirección. Hay
ausencia de egoísmos. La amistad
es agua y fuego, tierra y aire, tempestad
y calma. Creativa y enriquecedora. Es el súmmum de
los valores...
©
“De gatos y gatas” – A. Regueiro y C. González
Y por supuesto amigos... Volveré. (Coral)